Capítulo 1: La creación de Gea Azul
Erase una vez en un rincón lejano del universo, el Padre Creador nos regaló con amor a una hija llamada Gea Azul. La formó con una capa protectora para nuestra supervivencia. Era tan hermosa con su color azul que las estrellas querían alcanzarla, pero el rey de las estrellas, el sol, les dijo que esa bolita azul y café se había convertido en una gran madre. Gea era muy amorosa y bondadosa con todos sus hijos que vivían en ella. Les daba protección, comida, agua, aire y minerales.
Gea estaba muy feliz de cuidar a sus hijos ofreciéndoles prados verdes, montañas llenas de piedras preciosas, ríos, mares y flores con perfumes encantadores, pero con el tiempo algunos de sus hijos se volvieron ambiciosos y egoístas. En lugar de valorarla comenzaron a destruir su belleza talando árboles, contaminando ríos y cazando animales.
Capítulo 2: La enfermedad de Gea Azul
Gea comenzó a enfermarse por la crueldad de sus hijos. Ella le preguntaba a su padre ¿por qué sus hijos la trataban así?
Mientras tanto, las estrellas, la Luna y el Sol notaron que Gea estaba perdiendo su brillo, ellos estaban preocupados y tristes por la situación de Gea. Vieron como sus ríos se contaminaban y fueron desapareciendo muchos animales.
Fueron donde el Padre Creador, muy triste, y le preguntaron ¿Qué pasa con tu hija Gea?, la vemos muy apagada, entonces el padre ya sabía lo que pasaba. Les contestó al Sol, la Luna y las estrellas que había enviado un hada mágica.
Capítulo 3: El clamor de auxilio
Los hijos buenos de Gea se reunieron para buscar soluciones y se comprometieron a reducir la contaminación, dejar de talar árboles, cazar animales y reciclar.
Empezaron a enseñar a sus hijos la importancia de proteger el medio ambiente, debemos salvarla, ella nos ha dado todo.
“¿Cómo haremos esto?”, preguntó uno de sus hijos. Sus hermanos respondieron: “no echemos plásticos en las calles, colegios, sitios de recreación, hay que clasificar lo que botamos.”
Capítulo 4: La semilla de la esperanza
El Padre Creador , viendo el esfuerzo de los hijos buenos, habló con la Luna, el Sol y las estrellas, les dijo:
“Voy a poner en sus corazones una semilla de respeto, amor, valor, cuidado y conservación. Así podrán cuidar este planeta como la vida misma de mi querida Gea Azul”.
Los hijos buenos empezaron a trabajar plantando árboles, clasificando la basura , evitaron talar árboles, cuidaron de los animales, poco a poco Gea Azul comenzó a recuperar su brillo.