Es normal que una persona dedique tiempo a los cuatro tipos de actividades más habituales en nuestra sociedad: los asuntos vitales e importantes, las acciones urgentes, las actividades que perfectamente podríamos delegar y actividades banales e inútiles. La clave está entonces en la forma cómo distribuimos nuestro día entre los cuatros cuadrantes enunciados.
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Es vital atender el cuadrante de lo importante, pues en él están concentradas todas esas acciones que hoy no son fundamentales para sobrevivir pero que con el tiempo marcarán la diferencia entre una vida normal y una extraordinaria. Lo complicado de las cosas importantes es que a menudo no son urgentes y por eso las dejamos al final de nuestra lista personal.
Estas son actividades de este cuadrante que pueden hacer la diferencia en tu existencia:
Ahorrar e invertir
Quien actualmente está trabajando tiene la ventaja de recibir un ingreso periódico y no visualiza el ahorro como una necesidad urgente. Sin embargo, si no se ahorra o se invierte en los buenos tiempos, probablemente más adelante pueden presentarse coyunturas o circunstancias financieras preocupantes. Si durante unos años te dedicas a realizar tareas que la mayoría de la gente pospone, seguramente con el tiempo podrás disfrutar de una vida que otros no alcanzan a construir.
Cuidar tu salud
Si hoy gozas de una buena salud, probablemente no sea urgente que mejores tus hábitos alimenticios y recreativos, pero debemos tener en cuenta que nuestro cuerpo tarde o temprano presentará quebrantos por la edad, los excesos o la falta de cuidados. Cuando lo importante se convierte en urgente, muchas veces puede ser tarde.
Fortalecer las relaciones afectivas
Puede sonar terrible, pero cultivar unas fortalecidas relaciones en tu hogar y con tu familia cercana puede ser catalogado por muchos como una situación no urgente, aunque sí muy importante, visión que puede llevarnos a sostener vínculos lo insuficientemente potentes y vibrantes con nuestros seres más queridos. Y esa situación nos puede pasar una compleja cuenta de cobro que puede ser luego imposible de revertir.
Ten en cuenta que la felicidad no es una ausencia de dificultades, es una decisión. Puedes estar en el lugar más espléndido del mundo, pero si tu mente está centrada solo en preocupaciones, urgencias y enojos, no podrás disfrutarlo ni apreciar su verdadera belleza.
El escritor estadounidense Stephen Covey, en su teoría de los Cuatro Cuadrantes, nos indica que la gestión del tiempo no se limita simplemente a organizar tareas. Es y debe ser una filosofía de vida…que debe acompañarnos día a día, y puede hacer posible el tangible logro de nuestras metas.
Literatura consultada
- Libro Prográmate para el Éxito, de Alejandro Monroy y Gloria Cecilia Ramírez
- Los cuatro cuadrantes de Stephen Covey en lamentemaravillosa.com
