Sabemos la influencia que tiene el dinero en nuestras vidas. Acceder a distintas formas de bienestar y calidad de vida, como la vestimenta, la educación o la vivienda, dependen en muchos casos de una buena fuente de ingresos, que sea estable tanto para satisfacer nuestras principales necesidades como para destinar una parte al ahorro.
Sin embargo, es tan importante la fuente de ingresos como la habilidad para saber administrar el dinero. Entender y aplicar criterios esenciales sobre administración y finanzas personales es crucial para sortear distintas etapas de la vida, y este conocimiento debe ser fomentado desde temprana edad.
Los aspectos más básicos, desde entender cómo funciona un presupuesto, hasta saber en qué consiste el ahorro, pueden ser muy útiles, y además, le puede abrir distintas perspectivas al niño sobre muchas cosas que desee hacer a lo largo de su vida.
Por estas razones, hoy compartiremos algunas recomendaciones sobre cómo hablar del crédito a los niños, y así ellos cuenten en el futuro con el conocimiento apropiado para poder tomar las mejores decisiones financieras, y construir un hábito que los beneficiará en el largo plazo.
1. Primero lo primero: ¿Qué es el crédito?
Los niños deben saber que el crédito no es más que una forma de recibir dinero prestado. Normalmente un “acreedor” le presta una cierta cantidad de dinero a una persona, a la que se le llamará “deudor”, y este deudor se compromete a devolver el dinero durante un tiempo acordado, más una cantidad adicional, a la que se llama “interés”.
Para que el acreedor pueda prestar el dinero, se necesita confianza en la persona que lo solicita, por lo que debe demostrar que tiene la capacidad de cumplir con ese compromiso. En caso de que el deudor no pueda regresar por completo el dinero que le prestaron, el acreedor podrá tomar una serie de medidas o acciones legales para recuperarlo.
2. ¿Para qué sirve y en qué te beneficia un crédito?
Expliquemos a nuestros hijos que, una de las ventajas del crédito es que, aún sin contar con todo el dinero necesario, al recibir un crédito podrás realizar compras o inversiones. Es importante hacer notar que si bien no cuentas con el dinero en el momento y por esa razón solicitas el crédito, si cuentas con los ingresos suficientes para devolver el monto completo en el futuro, pagado en partes y con intereses.
Mediante un crédito se pueden resolver situaciones de emergencia, como algún gasto médico, o alguna reparación del hogar o del vehículo. De igual manera, gracias a los créditos se pueden costear inversiones importantes como estudios de posgrado o la compra de electrodomésticos de alto costo.
En estos casos, hay bienes o servicios que serían inaccesibles si no existiese la posibilidad de adquirir un crédito, por lo que permiten agilizar un poco el comercio, el consumo, la economía, y por lo tanto, mejorar la calidad de vida de las personas.
3. Consideraciones importantes al momento de recibir un crédito
Es clave entender que quien solicita un crédito, en este caso denominado “el deudor”, no solo debe devolver el monto que le fue entregado, sino que debe tomar en cuenta que ese monto tiene una “tasa de interés”, es decir, se le suma un porcentaje adicional de dinero que también debe cubrir, y que representan el costo de usar el crédito y devolverlo luego.
Es importante reconocer que los créditos, especialmente aquellos relacionados a consumo como los que habilitan las tarjetas de crédito, le facilita a las personas a gastar más allá de sus ingresos o posibilidades de ahorro, lo que puede generar un endeudamiento mayor al planificado. En tal sentido, hay que ser muy precavido y evitar consumos innecesarios que incrementen nuestra deuda y pongan en riesgo nuestro historial crediticio.